"¡Claro, somos lo que vemos!"
Recientemente
pensé, ¡claro, somos lo que vemos! ¿Cuándo se ha visto en un país Europeo o de
Avanzada, que pasen 4 o 5 novelas en la semana? Si mucho, pasaran 2, por mucho,
3, pero son programas que por mucho marcarán 2 o 3 puntos del shared y lo
normal, es que sean las abuelas o los estudiantes de lenguas extranjeras, los
que vean estos programas, pero no las personas, que hacen arte, que leen, que
escriben o que trabajan en oficinas o protegiendo el ambiente.
Y
cuándo el prime time u Horario Estelar, pasan novelas, lo hacen en ediciones de
por mucho 30 episodios y deben de ser semanales, no con la frecuencia, en la
que pasan las Telenovelas en los países latinos, esta bien, que la “Novela”
como género televisivo, sea un producto estrella en Colombia y otras naciones,
ricas por este rubro, pero creo que debemos crecer en ese sentido. ¿Por qué no
ampliar el espectro de difusión a otro tipo de programas? – La respuesta es
clara, nuestros gobiernos y los más poderosos, que por lo general resultan ser
los dueños de los medios, les importa poco o nada, que tengamos la libertad de
pensar y de profundizar en lo que pasa en nuestro país.
Lo
que quiero decir, es que de todo lo expuesto, se evidencia esa “ignorancia
ciega” en la que vive el grueso de los Colombianos, y muy seguramente, ocurre
lo mismo en Venezuela, en Brasil, y en México, países que en común tienen todo
lo anteriormente mencionado; prime times con Telenovelas de todos los estilos y
pocos programas con generalidades en la parrilla de sus programaciones. No
quiero decir, que las telenovelas sean malas, por el contrario, genial que
exista esta forma de expresión, en lo que si estoy en contra, es en el tiempo
que le dedican todos los días y todo el tiempo a transmitir refritos, porque ya
no hay evolución de este género. Qué listado, todos los anteriores tienen unos niveles de pobreza y sobrepoblación que se debe controlar y no se hará viendo novelas.
Lo
que necesitan, especialmente las sociedades, de los países que listé, es que se
fomente más la lectura, que escuchemos más radio, más música, pero que no sea
reggaetón, que ampliemos el espectro de ritmo, tiempo y género, que
desarrollemos otras destrezas, que soltemos los móviles, que apaguemos los
dispositivos electrónicos y hablemos con los más grandes de casa y escuchemos
esas historias, que muy posiblemente, no le contaremos a nuestros
descendientes, pues nos quedamos o sentados viendo novelas, o “chismoseando” en
el Facebook o simplemente, hablando por teléfono, o chateando.
Somos
lo que vemos, y hacemos, por eso en Colombia, no hay sino gente que cree saber,
pero al final, no sabe nada y creen que son los dueños de la verdad, porque lo
vieron en X o Y noticiero de algún canal privado, cuándo uno no se puede quedar
allí, claro que ese es otro tema. Ampliemos el "quehacer", por más agotados que
lleguemos de trabajar, saquemos el perro a la calle o leámosle historias
increíbles a nuestros hijos, sobrinos o al perro, aprendamos un idioma, repasemos matemáticas si nos gusta, inventemos algo, preguntémonos el por qué
de las cosas o el cómo funcionan y hagamos investigación, pero no nos limitemos
a ver más de lo mismo, esta bien hora o hora y media, pero no nos quedemos ahí, hasta la hora de dormir.
Carpe
Diem!
@jclugoholt.
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